sábado, 7 de agosto de 2010

Capitulo 7- Nota = Se fue

¿El se iría? ¿Me dejaría? ¿Me abandonaría, aquí sola? ¿Podría soportarlo? ¿Y si lo que había en La Push era peligroso? ¿Qué clase de cosa había? ¿Sería alguien como yo? ¿Sería una amenaza para mí y mi familia? ¿Y para Jacob? ¿Qué pasaría si a él le pasaba algo? ¿Podría yo continuar sin él a mi lado?...

Todas estas preguntas pasaban por mi cabeza. Devuelta me encontraba en un agujero negro y con el mismo dolor en el pecho que me hacia agonizar de dolor. Sabía que tenía que despertarme… ¿estaba desmayada?

- Nessie- escuche una voz perfecta, y luego una mano fría acaricio mi mejilla- Nessie… Despierta.

No era Jacob así que no iba a molestarme en responderle. El debía estar en la habitación esperándome para despedirse ¡QUE IDOTA! Me levante de un brinco, estaba acostada sobre el sillón en donde se habían sentado mis padres, caí a dos metros de él y abrí los ojos bruscamente, lo que me provoco un mareo aunque no lo suficientemente fuerte para que yo me cayera. No lo encontraba por ningún lado de la sala, Alice estaba sentada en el piso con Jasper al lado de ella pasándole el brazo por su hombro apoyados contra la ventana, Rose estaba sentada arriba de Emmet que se sentaba en el sillón singular, en el otro sillón se encontraba mi padre, mi madre estaba al lado mío sosteniendo mi mano con Carlile y mi abuela estaba en la cocina limpiando.

- ¿Te encuentras bien mi amor?- pregunto mi mama, tocándome la mejilla. Esto me hiso despertar completamente ya que su mano era tan fría que me hiso estremecer.

- Jacob…- dije frotándome la cabeza para aclarar mis ideas.

- Se ha ido- una lagrima recorrió por mi mejilla, luego vino otro escalofrió y el dolor en el pecho se agudizo. Pero por lo menos no me había mareado.- Tranquila, te ha dejado una nota.

- Nos has pegado un gran susto- dijo mi abuelo con una sonrisa- Pero te encuentras perfecta, la presión se te bajo, es todo.- me dijo mientras me dejaba sentada en el sillón.

Me dieron la nota, estaba doblada en tres y pude sentir al tocarla como se sintió Jake al escribirla. Este don no me agradaba mucho, lo único que traía era dolor. Se sintió muy pero muy triste aunque en algunos momentos se rio y algo de felicidad sintió, aunque luego de pocos segundos la sensación de amargura volvió.

- Te dejaremos privacidad- dijo Alice levantándose del suelo al mismo tiempo que Jasp.

Todos se fueron en cuestión de segundos, pero antes me dieron un beso en la mejilla.

Quise besar la carta, quise romperla, quise abrasarla, quise gritarle, quise sentarme sobre ella, quise todo… sabía que era necesidad que él se fuera. Yo no iba a ser un estorbo en su vida, era su misión y si había algo que me encantaba de él era su responsabilidad. Él era el Alfa, el que mandaba, tenía que estar allá. Y yo acá. Aunque no me hiciera sentir mejor, lo volvería a ver. Abrí la carta esperando encontrar una estimación de tiempo, ¿Cuánto tendria que esperar?

Amor,

Espero que te sientas mejor. Lo siento tanto. No pude quedarme a esperar a que despertaras, es que tuve que irme volando, era una emergencia. Pero no te preocupes no es nada grave, es que sabes que a los perros no les gusta que entren en su territorio- reí para mis adentros- Sabes que siempre voy a estar con trigo, aunque sea a la distancia, siento tu presencia porque eres parte de mi. Volveré en unos tres días, espero que para entonces tengas preparado lo de tu mudanza así nos podremos ver más seguido. También sabes lo que te amo y necesito, te llamare a diario, y si algo grave pasa (no va a pasar) tu vendrás a visitarme. Cuídate muchísimo. Eres todo para mí. Mi ángel, siempre estaré ahí para ti.

Me quede mirando la cara y releyéndola como cincuenta mil veces hasta sabérmela de memoria. ¡TRES DIAS! Eso sí que iba a ser un reto a mi cordura, lo único que espero es no andar besando paredes y viendo su cara en alimentos.

- No creo que lo hagas- dijo mi padre desde atrás mío, me exalte pegando un pequeño salto. Se sentó al lado mío y me acuno contra su frio pecho.

- Él le costó mucho dejarte, tuvimos que empujarlo hacia la puerta-dijo casi riéndose por sus palabras- volverá y estará bien.

- Lo sé… aunque no puedo evitar sentirme vacía- una lagrima recorrió por mi rostro y fue a parar a la camisa de mi papa quien siempre vestía elegante sin importar la ocasión.

- A mí me ocurrió lo mismo cuando paso lo de tu madre- ya me había contado la historia; cuando Papa huyo, ella se quedo en Folks y el dolor que sentían al recordarlo me causaba escalofríos , se notaba lo que habían sufrido, ahora podía entenderlos- Pero la mejor parte es que te quedas aquí, con nosotros. Alice tiene preparado un día de compras de chicas.- arrugué el seño, PERFECTO- Hey, no seas mala, sabes que a ella le encanta todas esas cosas.

- Si si lo sé… Genial! Día de comparas! - lo dije sarcásticamente y con una sonrisa que hasta un ciego podía detectar como falsa. El se rio con ganas.

- Lo pasaras genial- dijo finalmente- vete a dormir, esta tu cama preparada.

- Pero pensé que la abuela había preparado comida- no iba a despreciar a la abuela, aunque hambre no tenia. Quería descansar esta noche por qué sabía que las demás iban a ser un infierno. Lo extrañaría demasiado.

- Que fe que te tienes Renesmee- me dijo irónicamente a mi pensamiento- Habia echo hamburguesas pero se las ha comido Jacob, el pobre se estaba muriendo de hambre… ¿NO LE DAS DE COMER ACASO?- se rio de nuevo. JA-JA, yo no le veía lo gracioso.

- Ya- dijo intentado disimular la sonrisa- Vete a dormir mañana te espera un día largo…

Arrugue el rostro, pero él no lo vio porque en seguida me cargo a caballito y me llevo hasta mi habitación.

- Buenas noches princesa- dijo. Me dio un beso en el pelo, me deposito sobre la cama y se fue cerrando la puerta. Dejándome sola con mi pensamientos.

Decidí limitarme a concentrarme en el cansancio que sentía. Me puse el piyama, mi ropa estaba tal y como la había dejado. Fui al baño a lavarme lo dientes y la cara. Todo con la nota en mi mano, haciendo malabares para no mojarla pero sin despegarla de mí. La mire por última vez, le di un pequeño beso al papel y la guarde en mi cajón, donde guardaba todas las cosas que Jacob me había regalado al correr de los años. Al cerrarlo dije en voz alta: “Buenas Noches amor mío, te amo, sueña con migo, te extraño tanto” y una lagrima se me escapo.

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Lo que bien enpiesa, bien termina..

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William Worthwore